Puerto Rico


Pecesito

Pecesito

Un pecesito, dijiste y vi en el agua cristalina del mar Caribe un pez chiquito nadando contra la corriente. Unos segundos después pasó un cardumen entre mis piernas. Miré para todos lados y cuando te iba a subir a upa pensé que era natural, eso no pasa en nuestras playas de aguas gélidas y turbias. O sí, pero no lo alcanzamos a ver. Tenés dos años y medio. Es normal que pienses que podés abarcar todo el océano. Contengo tu cuerpo excitado ante tanto agua y olas que enriquecen tu alegría. No percibís el peligro, vos querés seguir caminando hacia donde termina el horizonte. Tus manos le dan sopapos al agua y al salpicar te reís de todo. Después de un calor demoledor, a la tarde cruza una briza caliente sobre la orilla. El sol se proyecta en el mar dejando el agua en un azul dorado. Estrellita dónde estás/ quiero verte titilar, cantás y yo te sigo. En el cielo y en el mar/un diamante de verdad, estrellita a dónde estás…Cada ola que aparece te agarro por debajo de los brazos y vos gritás de alegría al saltar. Tus pies patalean frenéticamente en el aire mientras le mostrás los dientes al mar. Para estar a tu altura me siento. Te subo, la ola pasa y se estrella de lleno en mi cara con kilos de sal. No importa, muero por escuchar tu risa una y otra vez. Es el atardecer de un día más para mucha gente menos para mí. Soy un afortunado, me siento feliz. El oleaje hace una pausa, aprovecho para pararme y te hago upa. Vos me abrazás y yo apoyo mi nariz en tu cachete. Cierro los ojos para tratar de hacer inmortal este momento y te susurro lo que vos ya sabés. Con el agua en mis pies te hamaco con mis brazos sin despegarme de tu cachete. No quiero que nada de esto se acabe. Te beso y doy media vuelta hacia la orilla. Vamos cantando como dos hinchas desaforados: ¡a-gua-linda!, ¡a-gua-linda! La gente nos mira, unas mujeres con la cara de costado las delata la ternura. En las duchas te tiro agua con el regador y explotás a carcajadas. Nos abrazamos mojados y te hago cosquillas para que le cedas la manguera a la gente que quiere sacarse la arena de los pies. Te dejo con tu mamá que te seca y algo me dice pero no escucho. Agarro una toalla y la cámara con la excusa de ir a tomarle fotos al atardecer. Camino lento con la toalla al cuello. Procuro estar a una buena distancia. Las gotas del mar se mezclan con las otras.

@martinkunik

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